Crítica de Lamb (Cordero)

Un retrato sobre el amor ciego pero también de lo que estamos dispuestos a hacer por tener aquello que deseamos aunque no nos pertenezca…

Titulo original: Dýrið.
Titulo en español: Cordero.
Dirección: Valdimar Jóhannsson.
Guion: Sjón, Valdimar Jóhannsson.
Estreno: Festival de Cannes.
Año: 2021
País: Islandia, Suecia, Polonia.
Compañías productoras: Go to Sheep, Spark Film&TV, Madants.
Productores: Hrönn Kristinsdóttir, Sara Nassim, Piodor Gustafsson, Erik Rydell,Klaudia Smieja-Rostworowska, Jan Naszewski.
Productores ejecutivos: Noomi Rapace, Béla Tarr, Håkan Petterson, Jon Mankell, Marcin Drabinski, Peter Possne, Zuzanna Hencz.
Reparto: Noomi Rapace, Hilmir Snær Guðnason, Björn Hlynur Haraldsson, Ingvar Sigurðsson.
Duración: 107 minutos.

La ópera prima de Valdimar Jóhannsson, un director con una carrera bastante interesante, está relacionada a varios proyectos de renombre como: Oblivion, Transformers: La era de la extinción y Rogue One: Una historia de Star Wars. Esto se debe a que cuando grandes producciones necesitan rodar escenas en Islandia él trabaja en la parte de producción y escenografía.

Escribió «Lamb» junto con Sjón, quien más adelante participaría en la escritura del guion de El Hombre del Norte de 2022. Desde Lamb, ya era notable la pasión de Sjón por la mitología nórdica que se vería reflejada en sus futuros proyectos.

Valdimar Jóhannsson quería que su protagonista fuera Noomi Rapace. Ella leyó el guion y aceptó participar en el proyecto como actriz principal y productora. Esta actriz islandesa ha tenido varias participaciones en películas comerciales como: Sherlock Holmes: Juego de sombras y Prometheus.

El rodaje de Lamb comenzó en el 2019 y para el 2020 ya se estaban vendiendo los derechos de distribución en Europa. En Latinoamérica los compró la plataforma MUBI y luego A24 adquirió los derechos para la distribución de Norteamérica en el 2021. La película se estrenaría oficialmente en Festival de Cannes de 2021.

La fotografía y cámara estuvo a cargo de Eli Arenson, quien en la película utiliza una paleta de colores fríos donde el color que predomina es el azul. La cinematografía es hermosa, nos muestra planos abiertos donde podemos apreciar las montañas casi como retratos de lo increíble y tranquilo que es Islandia. Esta película no cuenta con una banda sonora, lo que para mi es un acierto, pues te sumerges en el suspenso de los sonidos ambientales que muchas veces resultan importantes para entender qué sucede.

Esta crítica tiene SPOILERS si no te has visto la película puedes ir a MUBI y si no te importa o si ya la viste continúa…

Lamb a simple vista es una película peculiar que hace una crítica a la sociedad y para ello Sjón hace uso de la mitología nórdica. Desde el primer momento se nos plantea la presencia de un personaje omnipresente. Al comienzo escuchamos su respiración mientras observa a un grupo de ovejas, aunque nosotros no lo veamos queda bastante claro que ellas sí lo hacen y en cierto modo lo respetan.

La historia transcurre en una granja prácticamente en medio de la nada en Islandia. Lo primero que vemos son las ovejas de la granja en distintos planos que son bastante aterradores, y dirigir animales en una película no es nada fácil, en muchas ocasiones se puede sentir forzada la interpretación o lo que se quiere lograr con ellos, pero aquí todo se siente muy natural.

Luego conocemos a nuestros personajes «principales», María e Ingvar, una pareja de granjeros que se dedican a criar ovejas y al cultivo. Ellos han intentado tener hijos pero lamentablemente no han tenido éxito. El pesimismo es notable desde la primera vez que los vemos en pantalla, la monotonía y la falta de algo más se hace notar de una forma sutil y prácticamente sin diálogos.

Es temporada de partos para las ovejas, vemos escenas bastante crudas en donde los actores realmente ayudaron en el parto de estos animales (Noomi Rapace mencionó en varias entrevistas que se encontraba muy nerviosa rodando esas escenas), pero esta ocasión no sería como las anteriores, pues nacería un ser único y especial. El suspenso que rodea a esta pequeña criatura es interesante, Jóhannsson con nada más que primeros planos de Ingvar y María genera una atmosfera de tensión para que finalmente después de unos minutos la pareja decida quedarse con el cordero y nombrarlo «Ada».

Lo siguiente son escenas en donde comienzan a tratar a este animal como un bebé humano, duerme en una cuna, le dan su biberón, todo es muy extraño e intrigante porque quieres saber qué pasa con esta oveja, qué la hace especial, pero la película tiene unos tiempos bastante lentos. Al principio no entendía por qué, pero lo que busca el director es que sientas empatía por la pequeña Ada. En su historia trata de humanizar a estos corderos con un propósito bastante claro: que podamos ver claramente la línea que separa a un animal de un ser humano y cómo romper el orden natural puede traer consecuencias.

La realidad es que somos testigos de algo sobrenatural, Ada es una criatura mitad oveja mitad humana, inocente, que es usada para ocupar el espacio del hijo que estos granjeros no pudieron tener, y a pesar de que tratan de darle todo lo que un niño podría desear, ella no pertenece a ese lugar y el director nos lo hace notar.

La madre biológica de Ada la busca constantemente y en uno de sus intentos por recuperar a su cría es asesinada por María en una escena brutal. Las ovejas se han humanizado tanto a lo largo de la película que parece el asesinato de una persona, en una secuencia que es tan tétrica como aterradora.

Al final, María tendrá que pagar el precio por matar a la madre de Ada, pues un Dios mitad oveja mitad humano vendrá a equilibrar la balanza. Una vida por otra y ella deberá cargar con el peso de sus pecados por el resto de sus días.

La pequeña Ada podría representar muchas cosas: el amor ciego de un padre por su hijo a pesar de sus imperfecciones o defectos, también podría ser el retrato del abuso de los humanos hacia la naturaleza, o el cómo este ser inocente es usado para ocupar el lugar de alguien que nunca va a llegar. En la actualidad vemos cómo muchas mascotas son ridiculizadas y tratadas como seres humanos despojándolas de sus instintos animales, esto suele suceder con los primates que son arrebatados del cadáver de sus madres para ser vendidos como mascotas cuando son pequeños.

Me parece increíble lo que logró Valdimar Jóhannsson con esta película. La dirección es magistral, el terror y el suspenso que maneja en esta cinta tan sencilla y profunda es admirable. La misma fue rodada en una temporada en la que Islandia solo tiene 2 horas de oscuridad al día, por lo que la mayoría de las escenas transcurren con luz natural. “La (luz del día) puede dar más miedo, cuando todos pueden verte y casi puedes ver todo”, dijo Jóhannsson en una entrevista para Indiewire.

Las interpretaciones de los personajes principales es bastante buena, muy pocos diálogos se manejan dentro de la película por lo que todo se da a entender por medio de los gestos y miradas de los actores, aunque pienso que el eslabón débil en este aspecto es la misma Noomi Rapace que no logra convencer con su interpretación.

Los efectos usados en Ada son bastante creíbles dentro del elemento fantástico, donde el diseño del personaje luce muy bien en pantalla. Para la cabeza de cordero de Ada se usaron efectos VFX alternados con titiriteros, además para el cuerpo de niño se emplearon a más de 10 actores.

“Este equipo hizo cosas increíbles. Cuando estábamos filmando, comenzamos con títeres. Luego volvimos a hacer la escena con los niños. Trabajamos con 10 niños y cuatro corderos. Llevó mucho tiempo hacer escenas en las que se suponía que Ada estaría porque teníamos que filmar muchos elementos”,

Valdimar Jóhannsson.

Bastantes incógnitas giran en torno a esta película y cada quien puede sacar sus propias conclusiones sobre esta obra cinematográfica. Cada vez que la veo algo nuevo le encuentro, es curioso porque es una película muy sencilla pero su guion está tan bien estructurado que te deja con más preguntas que respuestas. Lo que sí está claro es la presencia de un Dios en esta historia, un Dios al que se le implora y se le ruega, un Dios que lo ve y lo escucha todo. El cómo actúa es un misterio, pero siempre va a cuidar de sus ovejas.

¿Un poco bíblico?

Andrea Miranda

¡Hola! Soy una ingeniero en Diseño Industrial de Venezuela, con una gran pasión por el cine y diversos temas sociales contemporáneos. Escribo para La Ventana Rota.