Es muy extraño encontrar organizaciones en el país que tengan una política de seguridad cybernética que cumpla con altos estándares  

Por Jorge Chacón Solar

Los venezolanos son en extremo vulnerables a ataques cybernéticos. Es muy extraño encontrar organizaciones en el país que tengan una política de seguridad cybernética que cumpla con altos estándares. Todo lo contrario, lo común es encontrar empresas cuyas computadoras no tienen ni siquiera un antivirus instalado o, peor aún, tienen una versión del sistema operativo (Windows) ya expirada. En general la seguridad de la información y de los datos es mínima, por no decir que inexistente.

Estas fallas en el almacenamiento y procesamiento de datos abren la puerta para que los problemas del país, que ya son grandes, aumenten hasta proporciones inimaginables. Por ejemplo, hackers pueden extraer información privada sobre la identidad de los funcionarios policiales y venderla a organizaciones criminales, quienes con gusto pagarían mucho dinero por saber quiénes los persiguen. De igual forma, una vulnerabilidad en las bases de datos de registros de identidad nacional permitiría que de entrada se anulen pasaportes vigentes de miles de venezolanos, así como suplantar sus identidades por terceros para cometer delitos. Y una filtración de la información financiera de una empresa puede ser utilizada para secuestrar o extorsionar a sus dueños.

La Inteligencia Artificial está cambiando todo, incluída la actividad criminal. La extracción sin autorización (robo, en palabras simples) de miles de horas de audios y videos desde los dispositivos de las personas puede tener un uso aterrador: la sexualización de las víctimas, especialmente de los niños. Mediante deep-fake, delincuentes pueden construir versiones digitales de los niños, con videos y voz, para ser utilizado por enfermos sexuales a lo largo del mundo. 

A estos cyberdelitos, se deben sumar los delitos clásicos y tradicionales. Por ejemplo, que delincuentes suelen vandalizar y robar infraestructura física de telecomunicaciones para ganar dinero revendiendo los componentes, como el cobre de los cables o el metal con el que se construyen las torres y antenas de transmisión. Esto provoca apagones eléctricos y fallas en la conexión de internet y telefonía móvil que suelen repararse después de varios meses, si es que se reparan. 

Si una zona tiene problemas de señal y conexión, entonces las alarmas y videocámaras instaladas dejarán de funcionar o funcionarán mal, así como las comunicaciones entre la policía y entre la ciudadanía y la policía. Una oportunidad perfecta que los delincuentes no dudan en aprovechar. 

Los ciudadanos podemos tomar las siguientes medidas para protegernos. En primer lugar, dejar de publicar fotos y videos de nosotros y de nuestras familias, especialmente cuando aparezcan uniformes escolares o laborales, ubicación de nuestras casas (mucha gente toma fotografías desde las ventanas y balcones, mostrando claramente dónde viven). En segundo lugar, instalando antivirus y manteniéndolos actualizados (las versiones gratuitas suelen ser muy inútiles). En tercer lugar, desconfiando de los dispositivos (celulares especialmente) porque ellos comparten muchísima más información sobre sus usuarios de lo que ustedes imaginan.  En cuarto lugar, contratando a un asesor en cyberseguridad que realice auditorías en sus equipos, al menos una vez al año (esto es más importante si es empresario). En quinto lugar, evite almacenar mucha información sobre usted en sus celulares, especialmente si se trata de fotos y videos privados. Por último, sea paranoico. Recuerde que el mundo está lleno de envidiosos que están muy dispuestos a hacerle daño, y muchos de ellos están cerca de usted. 

Las amenazas solamente aumentarán en el futuro. Estas se volverán mucho más sofisticadas y más peligrosas con el desarrollo tecnológico, pero entre todos podemos ayudarnos para aprovechar los enormes beneficios del avance tecnológico mientras que simultáneamente reducimos los riesgos y problemas que esto conlleva. 

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