Para que haya intercambios es necesario que los agentes sean propietarios de lo que intercambian, es decir, debe haber propiedad privada

Por Roymer Rivas

En este texto me propongo explicar las premisas en la cual se sustenta el cálculo
económico que realiza el human en el mercado según la visión de Ludwig von Mises, más
tarde profundizado o extendido por Friedrich von Hayek, un cálculo que, a su juicio, no
puede darse en el sistema socialista, condenado al fracaso por ello. Me ahorraré las citas,
esto no pretende ser un ensayo exhaustivo que refiera al pelo donde Mises desarrolla las
ideas, sino una mera guía introductoria 1 . Sin más, comencemos punto por punto.


Propiedad privada, precios y mercado


Cuando las personas intercambian bienes y servicios, queda un registro histórico de la
cantidad de unidades monetarias que se necesitaron para adquirir un bien o servicio en un
momento en concreto. Esto, que se denomina “precio” —que vendría siendo como esa
relación de intercambio a través de un medio que hace posible ese intercambio de forma
indirecta—, de alguna manera recoge la oferta y demanda —real o ficticia, y puede ser
ficticia porque al final se fundamenta en las estimaciones subjetivas de cada actor; de allí
que los costos no determinan precios— del bien en ese momento en específico y sirve de
guía para futuros intercambios del mismo bien.


Ahora bien, para que haya intercambios es necesario que los agentes sean propietarios de lo
que intercambian, es decir, debe haber propiedad privada, puesto que si este no es el caso,
no hay “intercambio”, sino un mero “traspaso” de mercancía de una mano a otra. Por ello,
lo único que hace posible a los precios es la propiedad y los posteriores intercambios que
ocurran fundamentado en ella —en el mercado, en el fondo, lo que se intercambia siempre
son títulos de propiedad—.


La diferencia básica entre “intercambio” y “traspaso” es que en el intercambio hay siempre
una contraprestación —A entrega el bien X a B y éste entrega a cambio el bien Y—, y para
que esto sea posible, tanto A como B deben ser dueños de lo que entregan; mientras, en el
traspaso no hay contraprestación alguna, sino que cambia de mano en mano dentro del
mismo centro. Algunos podrían decir: “No, pero yo puedo entregar X y a mí me entregan
Y en un sistema socialista”, pero esto es confundir las cosas y no ver el fondo del asunto, a
saber, que en ese escenario ni A ni B son dueños de X y Y, así que no puede haber
contraprestación, porque todo es de todos. En el intercambio, los bienes se trasladan a dos
centros distintos, mientras que en el traspaso los bienes quedan dentro del mismo centro.

A modo de ilustración, vea la siguiente imagen:

Elaboración propia (Roymer A. Rivas B.)

Con esto en mente, pasamos al siguiente punto.

Los bienes en el mercado

En el mercado se encuentran muchos factores, cada uno en determinados contextos, esto incluye los bienes de capital, los trabajadores y las oportunidades que se presentan en algún momento dada la tecnología y la creatividad del human. En este escenario, para Mises no es posible calcular qué oportunidades son mejores que otras si no hay un denominador común entre todas estas cosas que se presentan diferentes en el mercado, éste denominador común vendría siendo el “precio”, que permite calcular.

De este modo, los precios son lo único que hace posible la planificación económica; sin precios, nadie sabría si determinada meta, fin o proyecto es beneficioso —o no— y en qué cuantía para el individuo y/o la sociedad. En otras palabras, no se puede saber si determinado proyecto obtendrá ganancias o pérdidas.

Propiedad, precio, bienes y cálculo económico

Entendiendo lo expuesto hasta el momento, la conclusión final es simple: puesto que los precios es lo único que permite el cálculo o la planificación económica y éstos surgen gracias a que existe propiedad privada, entonces en un sistema donde no exista propiedad y, por extensión, precios, no puede haber calculo económico, viéndose los agentes condenados a cometer errores siempre en todos los proyectos que se planteen, debiendo más a la casualidad y a la suerte algún “éxito” —que no puede ser determinado así con total exactitud debido a no poder “calcular” el mismo— que a la sabiduría de quienes intentan dirigir a la sociedad.

Elaboración propia.

Algunas acotaciones

Cabe destacar que todo el cálculo que realizan los agentes en el mercado lo hace desde su subjetiva comprensión del mundo, por lo que, a priori, el cálculo y/o planificación económica solo puede ser llevado a cabo por cada actor según los fines concretos e individuales que se establezca. Otro error del Socialismo es que pretende llevar cálculos y planificaciones económicas en base a la generalidad y no a la especificidad, por lo cual lleva la carrera perdida por partida doble contra el mercado, incluso antes de iniciar a correr —incluso si es que puede correr, no tienes piernas para ello, entiéndase: propiedad privada, que es lo que se supone sostiene todo el sistema de mercado—.

Quiere aprovechar esta ocasión también para decir que aquellos que creen que el Socialismo hoy no puede fracasar porque se cuentan con tecnología para calcular mayor volumen de información —precios— erran en todo sentido, pues no entienden que los “precios” en socialismo son una ilusión, no contienen información de valor alguno como para poder “calcular”, por lo que el problema no es la tecnología, sino los datos que se manejan: en el mercado son más sustanciosos que en Socialismo. Si bien, Mises dirá que esos “precios” no lo son; yo digo que sí, solo que la información está tergiversada y, por consiguiente, dificulta el cálculo en base a ellas. Pero eso es historia para otro día.

Nota:

1 Esa exhaustividad la dejo para una futura publicación donde explico los errores de Mises, Hayek y, por
consiguiente, toda la Escuela Austriaca de Economía a la hora de analizar el “calculo económico”. Si bien,
aclaro que estos errores son de “proceso”, premisas primarias, más no de las conclusiones, pues, en efecto, el Socialismo es imposible de llevar a cabo sin causar males a la sociedad. No haré más aclaratorias de aquí en adelante.
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