Muy posiblemente, la estrategia del grupo sea imponer su moneda al mundo, utilizando el dólar estadounidense a su favor

Por Jorge Chacón Solar

En los últimos meses se ha hablado mucho sobre la posibilidad de que los BRICS creen su propia moneda. La inmensa mayoría de opiniones de especialistas auguran un fracaso estrepitoso e inmediato a esta posible iniciativa. No ven factible que el dólar estadounidense, que es la moneda más poderosa del mundo, sea eliminada en los próximos años por países que -pese a su innegable importancia económica mundial- no hacen parte ni siquiera del mundo desarrollado. 

Yo creo, al contrario, que el proyecto de una moneda común para los BRICS sí tiene un enorme potencial y que, para sorpresa de muchos, podría comenzar a dar resultados en los próximos años.

Los BRICS son una asociación estratégica entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. De las iniciales de cada país surge su nombre. Este año decidieron incorporar a Arabia Saudí, Irán, Etiopía, Egipto, Argentina y Emiratos Árabes Unidos, los cuales harán parte de la asociación a partir del 01 de enero del 2024. 

Aunque ninguno de los países miembros ni de los países a incorporarse hacen parte del club de países desarrollados y todos tienen problemas enormes de pobreza, lo cierto es que el impacto en conjunto sobre la economía y política globales es enorme.

Hay varios analistas que suelen suponer que los BRICS son una «asociación de buena voluntad» o un «club social» limitada a organizar eventos de protocolo una vez por año; y ellos pronostican que esto seguirá siendo así en el futuro. 

Quizás en un inicio los BRICS hayan sido «un club de países» con una relevancia meramente simbólica, pero hoy por hoy BRICS le muestra al mundo un fuerte dinamismo y una voluntad política para expandirse globalmente que no se debe subestimar. 

La incorporación del primer bloque de nuevos países a su organización, que será efectiva a partir del 01 de enero del próximo año, demuestra su capacidad de expansión y esto no debe ignorarse de ninguna manera.

Un error es creer que los países del BRICS dejarán de usar sus monedas nacionales para utilizar la moneda común, algo similar a lo que hicieron los países de la unión monetaria europea con el euro. Esto traería problemas macroeconómicos muy fuertes a los países miembros, así que me parece que la solución más práctica es tener una dualidad con ambas monedas funcionando de forma simultánea y con facilidad de conversión entre ambas. 

Otro error es creer que la moneda de los BRICS, de la cual ya se habla seriamente en los gobiernos de sus países integrantes, pretende reemplazar al dólar estadounidense de golpe a capricho de China o Rusia. Nada más lejos de la realidad. La futura moneda de los BRICS se impondría utilizando una versión moderna de la estrategia utilizada por Estados Unidos para hacer que su moneda nacional se convirtiera en la moneda del mundo.

Durante milenios, la moneda del mundo era el oro. Independientemente de qué reino o imperio la acuñara, siempre era el oro. Esto lo cambió Estados Unidos cuando en 1944 utilizaron su poder e influencia para expandir su sistema económico por el mundo e impusieron su moneda. Sin embargo, durante casi 30 años siguieron usando el oro como respaldo para el dólar. Es decir, no reemplazaron el oro de inmediato sino en un lapso de tres décadas.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, el dólar estadounidense no tenía ni de lejos el poder que tiene ahora. Después de la victoria de ese país en la guerra, los bancos y el sector financiero y bursátil estadounidenses impusieron al mundo el dólar como moneda de pago, de ahorro y de referencia. Inicialmente, el dólar estaba respaldado por oro, pero con el fin de los acuerdos de Bretton Woods en 1971 el único respaldo del dólar es la confianza depositada en el gobierno estadounidense. Hoy en día, sin embargo, Estados Unidos acumula la mayor cantidad de reservas de oro de todo el mundo.

Muy posiblemente, la estrategia de los BRICS sea la misma: imponer su moneda al mundo utilizando el dólar estadounidense a su favor, así como Estados Unidos utilizó el oro para internacionalizar su dólar. 

Utilizando la terminología económica: la moneda de los BRICS, en sus fases iniciales (que podrían tomar décadas en completarse), no sería un sustituto del dólar estadounidense, sino un complemento. Los mismos países de los BRICS serían los últimos interesados en que el dólar pierda valor, ya que todos ellos (con la excepción reciente de Rusia) tienen gran parte de sus ahorros nacionales en dólares. 

¿Cómo lograrían internacionalizar la moneda de los BRICS?

En primer lugar, pueden obligar a usar la moneda en los intercambios comerciales entre sus respectivos países. En segundo lugar, pueden emitir bonos denominados en esta moneda común para que otros países se endeuden en esta moneda. De esta forma, obligan a los países deudores a expresar sus balances nacionales en la nueva moneda y además crearían un nuevo mercado de bonos. En tercer lugar, crearían una arquitectura financiera que incentivaría su uso: bancos, aseguradoras, casas de bolsa, casas de cambio, sistemas de pago, usarían cotidianamente la nueva moneda intercambiándola inmediatamente por las monedas nacionales o por el dólar o euro. De esta forma, la masificación de la nueva moneda se haría velozmente y sin mayor conflicto con la población.

Es indispensable que los analistas no cometan el error de subestimar a los BRICS así como de pensar que el futuro será igual que el pasado.

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