Frente a estos gigantes, la presencia de Venezuela, parecería estar de sobra y no tener ninguna lógica. Y sin embargo, la tiene

Por Jorge Chacón Solar

Hace pocos días nos enteramos que el gobierno venezolano tiene la intención de ingresar a los países BRICS. Mi reacción inicial, debo reconocerlo, fue de una sonrisa burlona y estoy seguro que esta reacción fue la misma en todos quienes leyeron la noticia. 

¿Qué haríamos en los BRICS?, ¿Qué tenemos que ofrecer como país?, ¿No sería mejor primero arreglar nuestros problemas internos y después pensar en esto? Las preguntas son muy válidas y este interés venezolano en ingresar a esta comunidad merece algunos comentarios. 

Comencemos por el principio. ¿Qué son los BRICS? Es una asociación comercial y económica entre cinco países: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Su fundación es relativamente reciente -hicieron su primera cumbre en el 2009- y su importancia global radica en el enorme poder e influencia que tienen en conjunto: incluye a los dos países más poblados del mundo (India y China), vastos recursos naturales, tres potencias nucleares (Rusia, China e India), presencia en cuatro continentes, economías de altísimo crecimiento, mercados internos muy rentables e industrias de vanguardia y alta tecnología que crecen rápidamente, por mencionar algunos aspectos.

Frente a estos gigantes, la presencia de Venezuela, que ha tenido un desempeño económico catastrófico durante la última década, parecería estar de sobra y no tener ninguna lógica. Y sin embargo, la tiene. 

«Los BRICS son indiferentes a la situación de los Derechos Humanos en sus países miembros»

Lo primero que debe decirse es que la solicitud de entrada de Venezuela a los BRICS no es la única. De hecho, más de 18 países además de Venezuela han manifestado su solicitud de adhesión. Esto deja claro que los BRICS buscan expandirse globalmente y consolidar su poder e influencia en el mundo. La presencia de Venezuela les permitiría, desde esta perspectiva, ingresar a un país que también tiene abundantes recursos naturales y además a un gobierno necesitado de proyección internacional y que considera como fuertes aliados al gobierno ruso, chino y brasilero.  

En segundo lugar, debemos tomar en cuenta que los BRICS no son una alianza política ni diplomática. De hecho, los sistemas políticos de cada país son bastante diferentes entre sí y no tienen una política exterior común. Este grado de flexibilidad política permite la entrada de países como Venezuela, que -al menos en el papel- se muestra a sí misma como un país socialista en búsqueda de la multipolaridad mundial y que lucha contra la hegemonía estadounidense. Además, los BRICS son indiferentes a la situación de los Derechos Humanos en sus países miembros. 

«China ya no es solamente un socio comercial, sino un protagonista»

En tercer lugar, la expansión de los BRICS no solo aumentaría la influencia y el poder de sus miembros, sino que permitiría que China, el país con la economía más grande de todos ellos, pueda exportar su «governancia» global. Es difícil definir governancia, (término que deriva de la palabra en inglés Governance), pero en principio es el conjunto de principios, visiones, interpretaciones y reglas escritas y no escritas que caracterizan el ejercicio del poder en el gobierno. A China le interesa, por encima de todo, que los países se muevan al ritmo que ella decida y que hagan lo que sea necesario para que China se convierta en una superpotencia global. Si estos países son una democracia, una dictadura, de izquierda o de derecha, es secundario.

De esta forma, si Venezuela es miembro del BRICS, China podrá incrementar su influencia y poder sobre el país caribeño y controlar más fácilmente áreas que son relevantes para la economía china: tierras para cultivar alimentos que serán exportados a China, áreas de pesca, recursos minerales, hidrocarburos, entre otros.

Por último, debemos entender que China ya no es solamente un socio comercial, sino un protagonista-rector que ya empezó a dirigir el sistema comercial mundial. Los BRICS, junto a estos nuevos países, podrían convertirse en un reemplazo más efectivo y poderoso de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto significa que todos los países, si quieren hacer comercio con China, deben empezar a usar estándares y sistemas elaborados por China (para muestra un botón, China tiene la red de 5G más grande del mundo y la 6G y sucesivas, serán elaboradas por empresas chinas).

En conclusión, la entrada de Venezuela a los BRICS debe entenderse como un paso esperado en la proyección estratégica que estos países -y de ellos, China principalmente- están realizando sobre el mundo. Los costos para los BRICS de recibir a Venezuela serán mínimos y sus ganancias potenciales son enormes. 

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