La geopolítica mundial podría tener ahora mismo puesta su atención en el Esequibo, un territorio en disputa sobre el que se posan varios y distintos intereses

Por Jorge Chacón Solar

En Venezuela no te aburres. Durante las últimas semanas hemos visto una campaña de comunicación masiva dirigida por el chavismo para poner el tema del Esequibo.

La política hacia el Esequibo de Hugo Chávez fue un total desastre. No solo evitó iniciar acciones contundentes contra Guyana sino que además la intentó convertir en su aliada y bajo la tutela cubana la invitó a formar parte de PetroCaribe, una alianza petrolera caribeña financiada por el petróleo venezolano que, como era de esperarse, no le trajo ningún beneficio concreto a Venezuela y al contrario fue otro agujero negro en el que se perdieron miles de millones de dólares de la República.

Cuba, para sorpresa de nadie, siempre ha estado a favor de Guayana. Así ha sido, es y será. Los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) cuya sede está en Georgetown, capital de Guyana, también han apoyado a este país. Estados Unidos ha mostrado claramente su disposición a no apoyar al chavismo en esta situación y Brasil, que tiene frontera tanto con Venezuela como con Guyana, ha pedido mesura a ambas partes. Los demás países Latinoamericanos no han manifestado una opinión concreta sobre este tema. Sin embargo, ¿Qué dicen en Rusia?

El gobierno ruso no ha emitido ninguna declaración, pero los medios de comunicación de ese país sí han difundido durante los últimos días noticias sobre la situación. Esto es bastante sorprendente considerando que Venezuela siempre ha sido un país lejano y desconocido para ellos, podríamos decir, exótico y salvo alguna noticia muy especifica no suele aparecer en primera plana en los periódicos rusos. La última vez que la nación caribeña tuvo protagonismo en los medios rusos fue durante el gobierno interino de Guaidó.

¿Qué dicen?

Afirman que la disputa entre Venezuela y Guyana, que tiene sus orígenes desde hace dos siglos y que ha tenido importantes fechas a lo largo del tiempo (Laudo Arbitral de Paris de 1899 y Acuerdo de Ginebra de 1966), se ha intensificado en los últimos años a raíz de la explotación petrolífera de los yacimientos petroleros guyaneses que Venezuela reclama como suyos.

De igual forma, mencionan que la polarización de Latinoamerica -con grandes grupos poblacionales que apoyan fervientemente a Estados Unidos y otros que los detestan- es propicia para la creación de un efecto cascada en la opinión púbica regional y esto la «incendiaría».

Se comenta también que sobre territorio guyanés ya existen mercenarios estadounidenses pertenecientes a PMC (Compañías Militares Privadas, por sus siglas en inglés) y que Venezuela ha desplegado incursiones de sus fuerzas especiales, que están compuestas por 200 soldados de élite desplegados en cuatro grupos.

Los expertos consultados por los medios rusos comparten la opinión de que Estados Unidos es un actor fundamental y decisivo en esta situación y que tiene el poder de iniciar o terminar cualquier conflicto que pueda surgir.

Por último, los países BRICS, de los que hemos hablado en este espacio, se convertirían en actores principales de este hipotético conflicto y quizás esta sea la primera oportunidad para mostrar su capacidad de asegurar los equilibrios geopolíticos mundiales. Brasil tiene fronteras tanto en Venezuela como en Guyana, la cual a su vez tiene una importante población de orígenes indios, China tiene intereses petroleros en ambos países y Rusia, tiene en Venezuela un importante aliado militar y se vería beneficiada por un conflicto si este logra distraer la atención occidental de Ucrania.

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