El entramado de trámites burocrático hace poco atractivo registrar un emprendimiento en el país

Por Diego Mendoza

El sistema de trámites burocráticos establecido en un país para dar carácter de formalidad a una empresa, puede ser una ayuda o un obstáculo para quien emprende.

En Venezuela, este sistema actualmente posee una serie de características que dificultan la actividad de registrar una empresa, al punto que genera consecuencias negativas para el desarrollo económico.

Para tratar este tema, La Nación conversó con la economista Litsay Guerreo, miembro del Observatorio de Gasto Público del Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice Libertad), y especialista en derecho internacional.

Como primer factor que dificulta el abrir una empresa en el país, la economista menciona la falta de acceso a la información, considerando que “no es fácil encontrar toda la información que se necesita conocer en cuanto a requisitos, tasas y trámites, tanto los generales como los específicos de cada sector y localidad”.

Este obstáculo, sostiene, entorpece la labor de registro, conduciendo a que el emprendedor deba gastar más horas buscando fuentes de información, y en algunos casos teniendo que rehacer ciertos procedimientos para los cuales ya había dedicado parte de su tiempo.

De manera que “se debe trabajar en brindar información de manera sencilla, oportuna y eficiente al empresario para disminuir los costos de transacción”.

El segundo factor es “la cantidad de pasos en los que se tiene que incurrir para registrar la empresa. Un dato no menor es que en el estudio Doing Business del Banco Mundial, realizado en 2004, Venezuela ya figuraba como un país que exigía una considerable cantidad de procedimiento a sus emprendedores, 14 en total, que llevaban un promedio de 119 días realizarse”.

A diferencia de lo que ha venido ocurriendo en diferentes países de la región en torno a este tema, como lo son Brasil, Colombia y Uruguay, en la última edición de este estudio, referente al año 2019, “el número de trámites en Venezuela aumentó a 20, obligando a invertir para su cumplimiento un promedio de 230 días”.

Sumado al hecho de que lleve prácticamente un año realizar los procedimientos necesarios para dar formalidad a la empresa, Guerrero sostiene que también hay que tomar en cuenta los gastos derivados del pago de tasas, transporte a los entes oficiales, el pago a especialistas como abogados y contadores y a gestores.

Este panorama tan engorroso “termina siendo un incentivo para que las empresas escojan la informalidad, lo que trae como consecuencia la imposibilidad del sector público de medir el estado de las unidades productivas del país, además, tiene implicaciones desde el punto de vista de la recaudación fiscal que se ve afectado”, sugiere la economista.

Por lo que “hay la tarea pendiente de facilitar el registro de las empresas” en Venezuela.

Debiendo realizarse “cambios que permitan acceder a la información, con una reducción de los procedimientos, los cuales deben ser más expeditos, usando para esto las herramientas digitales”, punto que también conlleva a reducir el gasto público.

De esta manera, sugiere Guerrero, se les reducen los costos a las empresas, se incentiva a la formalidad que genera beneficios en materia de recaudación fiscal, y así mismo, es parte de los cambios necesarios para hacer más llamativo el mercado para la inversión de los capitales nacionales e internacionales.

Publicado por primera vez e 15 de octubre de 2022 en Diario La Nación del Táchira, Venezuela

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